Todo producto aunque sea sólido, es un intangible puesto que el que compra no lo hace por el tangible sino por lo que se le ha formado en su cerebro.
Hay una necesaria redefinición del producto que vendemos, del servicio que ofrecemos a nuestros clientes, aunque nuestro producto sea un tangible, tenemos que estar pendientes en aquellos conceptos que tienen que ver con la profundidad del cerebro humano.
Nuestro producto se forma en la cabeza del cliente con una precipitación de memorias que se asocian con características del producto y la marca.
Ahora bien, el 95 % de nuestros procesos mentales se producen en el nivel inconsciente, como vemos, las emociones enturbian los juicios de las personas; para lograr el impulso de compra tenemos que estar presentes en la mente de nuestros clientes.
Hacer que nuestra marca impulse al cliente hacer la compra. Para ello nos debemos de valer de distintos medios para posicionarnos en la mente del consumidor.
Internet es uno de esos medios nos facilita el posicionamiento en un mercado creciente.
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Ahora bien, el 95 % de nuestros procesos mentales se producen en el nivel inconsciente, como vemos, las emociones enturbian los juicios de las personas; para lograr el impulso de compra tenemos que estar presentes en la mente de nuestros clientes.
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